Los hitos que marcaron 14 meses de álgida tramitación de la reforma previsional en la Cámara de Diputados

Fueron 14 meses de tramitación que no estuvo exenta de polémicas. Desde que el Gobierno ingresó el proyecto a la Cámara de Diputados en noviembre de 2022, hubo momentos en que el diálogo fue el gran ausente.

Mientras la derecha reclamó en varias oportunidades que se estaba “pasando máquina”, acelerando una tramitación sin posibilidades de darse el tiempo para escuchar a expertos, el Gobierno insistía en que llevaban meses de tramitación y los pensionados ya no podían seguir esperando.

Una mesa con representantes de los partidos políticos; dos mesas técnicas; reuniones entre autoridades de Gobierno y sectores de centro y de Chile Vamos; álgidas discusiones en el Congreso y una serie de indicaciones. Todo eso marcó el primer año de la reforma.

Solo en la comisión de Trabajo, el proyecto estuvo entrampado por más de 12 meses, donde el debate se puso en compás de espera en julio de 2023 hasta que se presentaran indicaciones por parte del Ejecutivo, las que vendrían dadas por un acuerdo político.

A la tramitación se le puso pausa hasta alcanzar un amplio consenso, el que no llegó.

Recién el 18 de diciembre, un día después del plebiscito, el Gobierno anunció que ingresarían las indicaciones esa semana, lo que se concretó el 21 de ese mes.

En los 14 meses, la fórmula de distribución del 6% de cotización adicional cambió cuatro veces, pasando desde la totalidad de 6% al Seguro Social que establecía el proyecto original, a “3 (solidaridad intergeneracional) y 3 (capitalización individual con componente intrageneracional)” que se votó este miércoles. No hubo consenso y Republicanos, Chile Vamos, Demócratas y otras fuerzas como Amarillos rechazaron.

Además de eso, se introdujeron temáticas que podrían permitir contar con apoyos más transversales, como Sala Cuna -lo que se terminó sacando de la iniciativa- y un protocolo para enfrentar el problema de la “cuarta edad”.

El mes clave

Enero fue crucial. En poco menos de dos semanas, el proyecto logró superar tres vallas: se despachó de la comisión de Trabajo y Seguridad Social, pasó a Hacienda y finalmente a la Sala.

Pese a la luz verde en comisiones, los días previos a la votación en la Sala estuvieron marcados por una alta incertidumbre respecto de si La Moneda contaría o no con los votos para aprobar la idea de legislar, lo que desplegó estrategias por parte de los ministros, sobre todo de la propia Jara en una votación que ya se anticipaba sería “estrecha” y en que era muy probable que el “corazón” de la reforma fuera rechazada.